La importancia de un primer carrete bien gastado

Hace años, cuando escribía un diario, hacía pausas de generalmente más de 6 meses, pero cada vez que lo cogía me pasaba la tarde escribiendo y me extendía a gusto contando lo acontecido. No era mal planteamiento, te obligaba a hacer recuento y omitir lo que no era importante. Después abrí el blog y abandoné la costumbre. No porque escribiera lo mismo, ni mucho menos, si no porque ya satisfacía el gusanillo de escribir, empezaba a ser bastante más feliz y no necesitaba tanto el soltar, además de que el ritmo en el blog me quitaba ya bastante tiempo.

Cuando releo aquel diario me encuentro con una grabación fiel de los importantes cambios que viví en aquel paso de niña a adulta, cambios que en su momento no era consciente de estar viviendo, pero que vistos en la distancia son gigantescos. Y me alegra tener un testigo de aquello, porque aún puedo aprender de la experiencia al leerlo. Al fin y al cabo nuestros errores se repiten una y otra vez, la diferencia radica en ser conscientes de ellos y aprender un poquito cada nueva vez.

Por eso… hoy me da pena darme cuenta de que no estoy escribiendo las vivencias de los años más felices de mi corta vida, y con la memoria de pez con la que han sustituido la mía en los últimos años, el panorama no mejora precisamente, que digamos.

¿Y qué ocurre ahora? Que aunque aún no lo vea con perspectiva, tengo la intuición de que el segundo fin de semana de julio va a haber sido clave para mí, a nivel personal pero sobre todo a nivel fotográfico; crónica de un cambio interior radical.

Creative Commons para avispados

Es un buen momento para hablar de esto, tan bueno como cualquier otro. Al fin y al cabo ya llevo un tiempo con esta licencia y hoy ya tengo experiencias que sustentan mi elección. Aquí va mi historia.

Escogí una licencia Creative Commons porque en aquel entonces estaba metida en el ambiente GNU/Linux y software libre en general, también en la forma de pensar que tan ligada va a ellos. Creía en las bondades de esa filosofía y por eso la elegí, no podía cerrarme eligiendo un copyright, tenía que dar una opción a esas nuevas licencias que nacían. Pero también estaba muy apegada a mis fotos y no quería que se pudiera hacer cualquier cosa con ellas, así que me quedé con una licencia más bien cerradita de miras: Reconocimiento – NoComercial – CompartirIgual (by-nc-sa). Las características fueron las siguientes:

• Obras derivadas. Hoy en día no tiene ya tanto sentido porque la mayoría de mis fotos llevan firma (más adelante explico por qué), lo que ya molesta un poco a otros artistas que quisieran hacer algo con ellas, y porque hoy por hoy son obras en sí mismas tal como las he ideado y no están pensadas para integrarse en otras obras ni resulta fácil de hacer. Si también tuviera fotos de stock (sin retocar) para que otras personas pudieran usarlas, las modificaciones estarían más que permitidas. También con wallpapers que tengo, ya que los acabados que otros artistas les pueden dar, puede resultar en una colaboración que atraiga a desconocidos a tu terreno o abra puertas a más colaboraciones.
• No comercial. Supongo que si se podía sacar dinero con mis fotos (desde la distancia ahora veo harto imposible sacar dinero de aquellas fotos), quería ser la primera en saberlo. En general el humano medio tiene un sentido de la justicia muy desarrollado (y particular también), y eso de que otros cobren por lo que nosotros hemos trabajado (aunque no tuviéramos ni idea de que se podía cobrar por ello) no nos gusta un pelo.

Más difícil todavía: fotografiar baile

BreakOnStage 09

Cargado originalmente por Lady Pain

La fotografía de conciertos puede considerarse un tipo de fotografía en sí mismo, ya que reúne algunos de los parámetros que más complican la vida del fotógrafo:

– Iluminación pobre
– Movimiento
– Ambiente

Y si encima le sumamos que en vez de a músicos sobre un escenario, estamos viendo a bailarines, la cosa se cumplica aún más. La «fotografía de conciertos» se nos convierte en «fotografía de acción con pobres condiciones de luz»: terrible. Así que aquí va una pequeña lista de consejos basado en lo que yo he hecho intentado en el BreakOnStage de este pasado sábado.

1. Esta es la más fácil: deja el flash en casa. Sí, esto lo complica todo, pero créeme, ni cien fotos correctas con flash se equipararán a una sola buena con luz ambiente (o eso dicen ;P). Equilibrar entre calidad y corrección es lo difícil de este tema fotográfico, y también el motivo de orgullo en caso de conseguirlo.
2. ¿Recuerdas eso de que el ISO siempre debe estar en el número más pequeño? Olvídalo por esta noche. Hazte a la idea de que cómo mínimo necesitarás un ISO 400. Si eres propietario de una Canon, ¡estás de suerte! Tiene el mejor algoritmo contra el ruido de los ISOs altos, así que podrás permitirte un ISO más alto que los demás si fuera necesario. Intenta que no, pero recuerda que siempre será mejor una foto con ruido que una movida o trepidada. Si no eres canonista… bueno… intentémoslo con el siguiente punto.
3. Lleva tu objetivo más luminoso. En mi caso llevé el Canon 50mm 1.8. Es una focal fija (no zoom) que no serviría para tirar muy de lejos, pero en mi caso me vino de perlas porque pude estar en primera fila delante del escenario (esto no suele ser posible en los conciertos que me gustan). Cuanta más apertura tengas más luz entrará, y menos tendrás que sufrir con ISOs altas y velocidades demasiado bajas.
4. Si además tu objetivo tiene estabilizador de imagen, ya eres más afortunado que yo. Eso te regala al menos dos pasos más.

Pisoteando derechos (de artista)

Primo-Jr
Cargado originalmente por fiftyfootshadows

Últimamente se nota revuelo con las licencias de las redes sociales y otros sitios web, y no es para menos.

El último ha sido Facebook, que resulta que con nuestro click de ratón al crear una cuenta, se apodera de los derechos de todas nuestras fotos y comentarios publicados en su web. Les das el derecho de usar, copiar, transformar, distribuir, vender… tus obras e información para cualquier propósito y de cualquier manera. Y aún borrando la cuenta, tus datos siguen en su poder.

Hace ya cuatro años ocurrió lo mismo con deviantArt cuando se les ocurrió cambiar la política y quedarse con los derechos de los autores, aunque en su caso era más grave si cabe, ya que en dA se han ido fraguando y uniendo grandísimos artistas a los que no les hizo ninguna gracia que otros quisieran sacar provecho económico del que no ver un duro. Y claro, dA le vio los dientes al lobo y no mantuvo esas condiciones.

En lo que a otros ámbitos se refiere, me preocupa tremendamente la tendencia de los concursos de obras artísticas como pueden ser los de fotografía. El último mazazo ha sido el del concurso del diario Público: un premio de 3000€ para el ganador y dos de 1500€ para los dos finalistas, pero si leemos las bases, resulta que el periódico se reserva los derechos de propiedad intelectual y explotación de todas las fotografías enviadas. No podrás usarla sin su permiso para nada más. Hasta hace no muchos años, era lógico y habitual que se reservaran los derechos de las fotos ganadoras y de esta forma poder publicitar el fallo del concurso. Y si nos ponemos tiquismiquis, ni siquiera necesitan todos los derechos sobre las obras para poder hacer eso.

Pero hoy en día no, hoy en día van a lo bonzo. Creo que internet ha sido perjudicial en el sentido de que:

Fotografía, publicidad y supuestas ofensas

Me encanta la fotografía publicitaria, en sí la publicidad me parece el súmmum de la creatividad, pero cuando la juntas con la fotografía si resulta ser el medio, es una maravilla.

Por eso me repatea infinitamente que las asociaciones, gobiernos, colectivos y todos los autoproclamados defensores de nuestros derechos se dediquen a jodernos grandes campañas de publicidad.

Dolce & Gabbana

Esta campaña de Dolce&Gabbana se retiró porque decían que incitaba a la violencia de género. A mí, que soy mujer, me parece que está más bien dirigiéndose a los ojos a una porción del sector femenino que de sumisa no tiene nada. El tipo de mujer que lo tiene todo controlado, y que si el tío se le pone encima, es porque ella le ha ido llevando hacia donde quería tenerle. Por si fuera poco, le encanta hacerse desear porque allí tiene a otros cuatro tíos mirando, muertos de envidia. Generalmente la mujer dominante tiene sueños húmedos con ser dominada, es un hecho, y me gustaría saber dónde está aquí la incitación a los hombres a hacer nada más que lo que le pidan.

Cartel

Este cartel lo censuró Gallardón en Madrid por ser «demasiado explícito». No me puedo creer que algo tan natural como el sexo, y representado de una manera tan sutil como esta, sea censurado por… ¿inmoral (contrario a la moral)? Porque es lo que yo entiendo. Eva Mendes ha estado en las marquesinas de Madrid, y sin que sea por su culpa, creo que tienen bastante más de amoral (falta de moral), porque utilizan el sexo para «vender», y el cartel anterior «representaba» gráficamente una historia, la historia de la película, y enseñando menos.

No-lita

Para esto ya no tengo palabras. La retiraron arguyendo que hería sensibilidades. Me van a permitir discrepar, pero heriría las sensibilidades de personas que hubieran tenido a un enfermo de anorexia cerca. El resto de los quejicas simplemente ven el mundo como un lugar perfecto y en el que es infeliz el que así lo quiere, y a quien venga a decirles lo contrario, a la hoguera con él. No quieren ver fotos de negritos desnutridos, ni lisiados, ni de deformaciones congénitas. Por favor, eso no existe en su mundo… No-lita intento concienciar con el anuncio, mostraba su rotunda condena e intentaba hacer a muchas chicas identificarse con la marca, una marca que hace ropa para que las chicas normales se sientan bien con su talla.

Y todo esto a qué viene. Viene a que tengo la sensación de que la sociedad nos guarda de los peligros más idiotas como si fuéramos un recién nacido. Si fortuitamente un niño se hace una brecha después de un bofetón de su madre, la madre a la cárcel. Si un anuncio de tv de McDonalds nos incita a comer mal, fuera. Si un cartel en la calle nos incita a pensar sobre sexo, religión, homosexualidad, racismo, hambre, guerras, pena de muerte… se retira. Y así es como se consigue, queridos señores, que los tabúes sigan siéndolo por muuucho tiempo.

Es terrible, nos están eliminando la capacidad de pensar, de reflexionar, de decidir por nosotros mismos lo que nos conviene y lo que no. Si por mí fuera, censuraría toda la telebasura que nos sirven, pero como por mucha pena que me de, respeto a los que les gusta, simplemente no la veo, y punto. De verdad, estamos dándole demasiado poder a la cúpula de la sociedad: a los jueces, a los gobiernos, a la prensa que está reprimida y manipulada y lo cuenta todo a medias.

La publicidad es conseguir llamar la atención, y para eso hay que romper algún tipo de regla en el entorno. Hay que subirse a la barra de un bar cuando todos están en el suelo, hay que gritar en mitad de un ambiente silencioso, hay que desnudarse rodeada de gente vestida o… mostrar una imagen que se sale de lo normal. Algo que no has visto, o que no te han dejado ver, algo que te sorprenda, o cree en ti cualquier tipo de emoción con algún sentido. Y a mí me parece que todo lo que sea sacarnos del letargo, es bueno.
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Iban me ha preguntado varias veces que por qué no retomo el blog (aunque no lo he abandonado en ningún momento), lo cierto es que twitteando me quito el gusanillo. Pero sí que me apetecería hablar de fotografía, y aún no tengo muy claro qué enfoque darle, pero supongo que lo iré descubriendo sobre la marcha. Sé que hablaré sola y por eso me ahorraba el trabajo de escribir, pero si apetece, nada te lo impide, tiene algo de sano eso de hablar para ti misma =) Sed buenos…